Novedad Editorial - Eric Voegelin: El asesinato de Dios y otros escritos políticos- Editorial Hydra

lunes, 21 de diciembre de 2009

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Terceras Jornadas de Filosofía Política: Justicia, equidad e igualdad - 24 al 26 de junio de 2010 - Mar del Plata

jueves, 17 de diciembre de 2009

Terceras Jornadas de Filosofía Política:

Justicia, equidad e igualdad

Mar del Plata
24 al 26 de junio de 2010



Centro de Estudios Filosóficos y Sociales - UNMdP

cefysmdp@gmail.com

Comité Académico: Atilio Borón (UBA, CONICET y PLED), Manuel Comesaña (UNMdP, UBA), Diana Maffía (UBA/Inst. H. Arendt), Miguel Rossi (UBA/ CONICET), Tomás Varnagy (UBA), Antonio Manna (UNMdP).

Áreas temáticas:
  • Política antigua y medieval
  • Libertad: economía, política, derecho
  • Tolerancia, multiculturalismo, discriminación. Derechos humanos
  • Democracia: regímenes, instituciones, conceptos y discusiones actuales
  • Sociedad: violencia, grupos minoritarios, diversidad
  • Problemas metodológicos de la investigación
Ponencias:

Resúmenes (max. 200 palabras): 5 de mayo de 2010.


Ponencias completas (hasta 10 páginas A4): 4 de junio de 2010.

En todos los casos deberá constar: nombre del autor o autores, título de la comunicación, centro o institución de pertenencia, dirección postal y de correo electrónico. Deberán presentarse en Times new roman 12, interlineado 1.5. Las citas deberán ser: Nussbaum, M, Women and Human Development. The Capabilities Approach., New York, Cambridge University Press, 2000.Daniels, N., B. Kennedy and I. Kawachi "Justice Is Good for Our Health," en Daniels, N., (et. al.), Is Inequality Bad for our Health?, Boston, Mass., Beacon Press, 2000.

Mesas redondas y simposios: Las propuestas podrán remitirse al comité organizador antes del 5 de mayo de 2010.Deberá figurar: nombre e institución de la persona responsable, título de la mesa y resumen (máx. 200 palabras), nombre e institución de pertenencia de losparticipantes.

Aranceles: Expositores: antes del 5 de mayo de 2010: $ 100, a partir del 6 de mayo de 2010: $ 150. Becarios del Conicet, CIC y de Universidades Nacionales: $ 75. Socios del CEFyS (Centro de Estudios Filosóficos y Sociales) que posean la cuota aldía: $ 30

Congreso Internacional Rosario 2010: "Profundizando la Democracia como forma de Vida"



Congreso Internacional Rosario 2010
"Profundizando la Democracia como forma de Vida"
Desafíos de la democracia participativa y los aprendizajes ciudadanos en el Siglo XXI


13-16 de Mayo, 2010 – Rosario, Argentina


Organizado por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.



En tiempos de grandes transformaciones globales, los invitamos a compartir experiencias y reflexiones críticas sobre el siguiente interrogante: si en los últimos dos siglos luchamos por institucionalizar derechos civiles, políticos y sociales, ¿podremos en el siglo XXI ampliar y profundizar la democracia como una forma de vida? ¿Cómo?

El Congreso, que continúa dos anteriores realizados en la Universidad de Toronto, Canadá, tendrá dos características singulares, que esperamos lo hagan vivo y estimulante:

En primer lugar, junto a las presentaciones académicas, incluirá prácticas políticas y artísticas vinculadas con la democracia participativa, siempre a cargo de sus propios actores y, en la medida de lo posible, en el propio lugar donde cotidianamente se realizan.

En segundo lugar, se desarrollará en una sede central -el Centro Cultural Bernardino Rivadavia- y también en los seis Distritos de la ciudad de Rosario, promoviendo el encuentro entre los actores de los barrios y los visitantes nacionales e internacionales.


INTRODUCCIÓN

En muchas partes del mundo, las prácticas y las concepciones acerca de la democracia y el aprendizaje ciudadano están en transformación.

La decreciente participación electoral, la desconfianza ciudadana hacia la clase política y hacia las instituciones de la democracia formal, y las limitaciones de la democracia representativa para asegurar la inclusión social y la igualdad de oportunidades, han desatado intensos debates acerca del llamado "déficit democrático". Paralelamente, en el campo educativo existe una creciente preocupación por las limitaciones del modelo de educación tradicional, pues es claro que la memorización pasiva de datos y los cursos de instrucción cívica son insuficientes para formar una ciudadanía crítica, protagónica y solidaria que de vida a la democracia.

Mientras tanto, en las últimas dos décadas han proliferado experimentos de democracia participativa y de educación ciudadana en escuelas, universidades y organizaciones de la sociedad civil, así como también dentro de movimientos sociales, cooperativas, lugares de empleo, gobiernos regionales y locales. Asimismo, ha aumentado la conciencia respecto al potencial que tiene el aprendizaje colectivo en espacios democráticos para promover el bien común y el desarrollo humano, para complementar las instituciones representativas con la inteligencia asociativa y para profundizar la democracia.

Pero, a pesar de la expansión de estas prácticas innovadoras, sus vinculaciones a veces son débiles y los espacios de colaboración y las redes internacionales para compartir conocimiento están en un grado incipiente de desarrollo. Con este Congreso buscamos precisamente disminuir esta brecha convocando a dialogar sobre las intersecciones teóricas y prácticas entre la democracia participativa y los aprendizajes ciudadanos.

El Congreso es continuidad de otros dos realizados en 2003 y 2008 en Toronto, Canadá, bajo el nombre Learning democracy by doing, organizados por el Transformative Learning Centre, OISE-University of Toronto. Ahora lo hacemos por primera vez en Latinoamérica, precisamente en Rosario, ciudad argentina con ricas experiencias de participación y educación democráticas.

Quisiéramos compartir prácticas creativas y progresistas, pasadas o presentes, del aprendizaje ciudadano transformador y de la participación democrática en diferentes contextos, incluyendo instituciones de educación formal y no formal, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y lugares de empleo. Solicitamos propuestas que analicen tanto las fortalezas como las debilidades de las iniciativas y las sitúen en sus contextos sociales e históricos, proponiendo en la medida de lo posible, alternativas de acción para modificar lo que resulta insatisfactorio.

El Congreso incluirá la participación de investigadores, académicos, trabajadores de la educación primaria, secundaria, superior y adultos, promotores de desarrollo comunitario, planificadores urbanos y personas de la comunidad, de diversas organizaciones estatales y de la sociedad civil comprometidas con la promoción de la democracia local y el protagonismo ciudadano. Se desarrollará principalmente en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia –en una ubicación céntrica-, previéndose además otras actividades en los seis Distritos Municipales de la ciudad, con la intención de vincular fuertemente el Congreso con prácticas reales en el terreno.

Invitamos a participantes de todos los continentes a compartir experiencias y reflexiones críticas en un tiempo de grandes transformaciones globales. El Congreso también coincide con las celebraciones del bicentenario de la independencia de numerosos países sudamericanos, incluyendo la Argentina, que celebra el suyo en el mes de mayo de 2010. Así, en un momento de balances, desde este lugar del mundo queremos invitar a pensar: si en los últimos dos siglos luchamos por institucionalizar derechos civiles, políticos y sociales ¿haremos del siglo XXI el siglo de la profundización y la proliferación democrática como forma de vida?


ÁREAS TEMÁTICAS

Dentro del tópico general de la profundización de la democracia como forma de vida, invitamos a enviar propuestas en las siguientes áreas temáticas:

  • Profundizando la democracia en la sociedad civil: organizaciones comunitarias, grupos vecinales, comunidades cibernéticas y democracia digital, comunidades indígenas, movimientos sociales, organizaciones no-gubernamentales, asociaciones de residentes, familias, redes y comunidades en la diáspora, partidos políticos, sindicatos, cooperativas de vivienda, bibliotecas populares, Teatro del Oprimido, usos del espacio público, etc.

  • Profundizando la democracia en espacios organizados por el estado (municipal, provincial y nacional): presupuestos participativos, procesos de consulta, descentralización, regionalización, democratización y redistribución, democracia al azar, planificación participativa, asambleas ciudadanas, consejos comunitarios, movimiento de ciudades educadoras, pedagogía urbana, mancomunidades, "Concejo en los barrios", gobierno electrónico, encuesta deliberativa, etc.

  • Profundizando la democracia en el lugar de trabajo: democracia y aprendizajes ciudadanos en el lugar de trabajo, cooperativas, empresas recuperadas, economías diversas, economía social-solidaria, nuevas formas de derecho de propiedad, comunidades de aprendizaje, lugares de trabajo inclusivos, etc.

  • Profundizando la democracia en la educación básica (desde preescolar a la secundaria): resolución de conflictos, protagonismo infanto-juvenil, nuevas metodologías para la educación ciudadana, conexiones entre contenido, método y entorno, estudiantes delegados, consejos estudiantiles, presupuesto participativo infantil y joven, medios de comunicación infantiles y jóvenes, el currículum intercultural, la educación global, etc.

  • Profundizando la democracia en la educación superior: elección directa de autoridades, autogobierno, nuevas estrategias en la enseñanza, alianzas comunidad-universidad, democracia al interior de las organizaciones estudiantiles y de docentes, programas de extensión universitaria, pedagogías innovadoras, aprendizaje a través de programas de servicio comunitario, etc.

  • Profundizando la democracia en la educación no-formal: educación de jóvenes y adultos, educación popular, cursos, talleres, intercambio de jóvenes, comunidades de aprendizaje, museos, etc.

  • Profundizando la democracia en los medios de comunicación: ombudsman de la prensa, cooperativas de periodismo, propiedad participada de los medios de comunicación, controles de la concentración de medios, garantías del pluralismo informativo, culture jamming, crowdsourcing, indymedia, usos de internet (blogs, Wikipedia, Twitter, Facebook, etc.), derecho a réplica, etc.

  • Profundizando la democracia en comunidades trasnacionales: ¿ciudadanía sin fronteras?, ciudadanía global, foro social mundial, foro mundial de educación, intercambios internacionales, transnacionalismo, movimientos de solidaridad globales, comunidades virtuales, redes de diáspora, etc.

  • Otras propuestas que se vinculen con el tópico general pero no correspondan necesariamente con las áreas temáticas anteriores.


  • FORMATOS


    Las propuestas podrán tener los siguientes formatos: experiencias, ponencias académicas, mesas redondas, polémicas, talleres participativos, representaciones artísticas y conferencias magistrales. Las sesiones durarán 90 minutos, con algunas excepciones.

    Experiencias: descripción de prácticas democráticas participativas, sociales o gubernamentales, autoorganizadas por los propios actores. Incentivamos la visita al lugar de las prácticas, en las condiciones que propongan quienes presentan la experiencia. Las organizaciones sociales que presenten experiencias en su propio lugar de actuación tendrán acceso libre y gratuito a todas las actividades del Congreso.

    Ponencias académicas: proyectos, estudios en progreso o investigaciones finalizadas. Las propuestas que sean aceptadas serán agrupadas por tema, origen geográfico u otras consideraciones temáticas. Las sesiones tendrán 4 ponencias de 15 minutos cada una, incluyendo 30 minutos para preguntas, respuestas y discusión.

    Mesas redondas: diálogos sobre un tema común entre diferentes oradores (mínimo tres, máximo cinco), coordinado por un/a moderador/a. Un tiempo adecuado deberá ser reservado para la participación de la audiencia, pero no es necesario que éste sea el principal enfoque de la sesión, como en el caso de los talleres participativos. Se le dará prioridad a los paneles que reflejen diversidad cultural, geográfica y de opiniones.

    Polémicas: discusión entre dos oradores con visiones muy diferentes sobre un tema específico, moderados por un "arbitro" que vela por el cumplimiento de los tiempos y las formas acordadas previamente. Mientras la mesa redonda busca la diversidad, la polémica apuesta a la polarización. En este caso, es fundamental que se acuerde el tratamiento respetuoso entre los participantes y cierto espíritu lúdico.

    Talleres participativos: análisis grupal y horizontal de alternativas de solución a problemas concretos emergentes de prácticas democráticas participativas, sociales o gubernamentales. Quien propone el problema debe describirlo sintéticamente en sus aspectos más relevantes y a continuación convocar a la participación activa de los asistentes en la discusión de soluciones posibles.

    Representaciones artísticas: documentales, teatro, poesía, música, graffitis y otras artes urbanas que tengan que ver con la temática del Congreso. En la medida del tiempo disponible y la voluntad de quien realiza la presentación, se incentivará la participación del público.

    Conferencias magistrales: invitados especiales de reconocimiento internacional.



    ENVÍO DE PROPUESTAS


    Nueva fecha límite para el envío de propuestas y resúmenes: 10 de Febrero de 2010

    Propuestas enviadas al 30 de Noviembre de 2009

    Todos aquellos que hayan enviado propuestas hasta el 30 de Noviembre de 2009 (inclusive)
    serán informados por correo electrónico antes del 30 de Diciembre de 2009 sobre la aceptación de las mismas.

    También para esta última fecha las propuestas aceptadas irán siendo publicadas en la página web del Congreso.


    Nueva fecha límite para el envío de propuestas: 10 de Febrero de 2010
    El período de envío de propuestas de trabajo se ha extendido hasta el 10 de Febrero de 2010.
    La aceptación de las mismas será informada el 26 de Febrero de 2010 tanto por correo electrónico como por intermedio de la página web del Congreso.


    Fecha límite para el envío de trabajos completos: 31 de Marzo de 2010


    COMITÉ ACADÉMICO


    • Alicia Cabezudo (Universidad Nacional de Rosario, Argentina)

    • Boaventura de Sousa Santos(Universidad de Coimbra, Portugal)

    • Daniel Schugurensky (University of Toronto, Canadá)

    • Enrique Peruzzotti (Universidad Torcuato Di Tella, Argentina)

    • Erik Olin Wright (Universidad de Wisconsin - Madison, Estados Unidos)

    • Gabriela Ippolito-O´Donnell (Universidad Nacional de San Martín, Argentina)

    • Giovanni Allegretti (Universidad de Coimbra, Portugal)

    • Jane Mansbridge (Universidad de Harvard, Estados Unidos)

    • José Nun (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina)

    • Juan Carlos Tedesco (Instituto Internacional de Planificación de la Educación, Argentina)

    • Osvaldo Iazzetta (Universidad Nacional de Rosario, Argentina)

    • Yves Cabannes (University College London)


    COMITÉ ORGANIZADOR


    • Claudia Voras (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Elízabeth Martínez de Aguirre (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Estela Pérez Moncunill (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Fabián Bicciré (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Franco Bartolacci (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Graciela Rocchi (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Laura Bartolacci (Fundación Diario La Capital)

    • María Eugenia Garma (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • María Inés Suidini (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Mirta Moscatelli (Escuela de Ciencias de la Educación, Facultad de Humanidades y Artes / Facultad de Ciencia Política)

    • Mónica Bifarello (Gobierno de la Provincia de Santa Fe)

    • Olga Corna (Centro de Estudios Canadienses en Rosario)

    • Pedro Romero (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • Romina Trincheri (Municipalidad de Rosario)

    • Silvia Morelli (Escuela de Ciencias de la Educación, Facultad de Humanidades y Artes)

    • Silvia Robin (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)

    • V. Gastón Mutti (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales)


    COMITÉ EJECUTIVO


  • Alberto Ford (coordinador)

  • Cintia Pinillos

  • Gisela Signorelli

  • Josh Lerner

  • Mariana Berdondini

  • Martín Carné

  • Sofia Perotti

  • Valeria Sassaroli

  • Valeria Venticinque

  • ALACIP 2010 - V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política - Buenos Aires, Argentina

    martes, 15 de diciembre de 2009





    ALACIP 2010 - V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política

    28 - 30 de julio de 2010 Buenos Aires, Argentina


    Convocatoria de ponencias

    INTEGRACIÓN, DIVERSIDAD Y DEMOCRACIA

    EN TIEMPOS DEL BICENTENARIO


    Celebrando el período de su Bicentenario, muchos países latinoamericanos están viviendo as- pectos políticos contradictorios, algunos auspiciosos y otros preocupantes. Prácticamente en todos los países de América Latina la vida política ocurre en condiciones democráticas. Este proceso, iniciado hace ya tres décadas, ha reducido el papel del militarismo y la violencia política. Asi- mismo, hay positivos proyectos de integración económica y política sub-nacionales y regionales, los cuales resultan indispensables para afrontar el reto de los procesos de mundialización económica, tecnológica, comunicacional y cultural que suelen sintetizarse como globalización.


    Paradójicamente, en estos treinta años de transiciones más o menos exitosas a la democracia política, el conjunto de la región latinoamericana registró un incremento notable de la desigualdad social con consecuencias funestas: el incremento de la pobreza y la indigencia en la mayoría de los países y la agudización de la polarización social. Ello conduce gradualmente a incrementar los males propios del subdesarrollo: violencia delictiva, tráficos ilegales de diverso tipo, corrupción política, clientelismo electoral, fenómenos migratorios erráticos y desarrollo del terrorismo, entre otras formas de violencia política.


    En esta coyuntura inestable, la comunidad de politólogos latinoamericanos se reúne en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política para dar cuenta de los fenómenos políticos descriptos y debatir enfoques teóricos y metodológicos polémicos para aportar a la solución de los problemas señalados y fortalecer el desarrollo democrático. El Bicentenario resulta una oportunidad propicia para reflexionar desde la ciencia política sobre los procesos políticos en la región y sobre los desafíos y perspectivas del mañana.



    Áreas Temáticas


    Teoría Política

    Teoría de la Democracia

    Representación política y Ciudadanía

    Identidad y Diversidad

    Legitimidad y Gobernabilidad

    Desarrollos recientes en teoría política


    Política Comparada

    Partidos y Sistema de partidos

    Sistemas electorales y Reformas

    Políticas y prácticas legislativas

    Sindicatos, Movimientos sociales y Protesta social

    Ingeniería política comparada

    Política subnacional comparada

    Procesos políticos en América Latina


    Instituciones y procesos políticos Ejecutivos y Procesos de toma de decisión Congresos y Legislaturas

    Poder judicial

    Relaciones Ejecutivo-Legislativo

    Descentralización y Desconcentración


    Relaciones Internacionales

    Teoría de las Relaciones Internacionales

    Globalización e Integración

    Problemas de Agenda internacional

    Organismos internacionales en el orden global

    Relaciones internacionales en unidades subnacionales


    Opinión Pública, Comunicación Política y Comportamiento Electoral

    Campañas electorales y comportamiento electoral

    Comunicación política

    Medios de comunicación y opinión pública

    Nuevas tecnologías, comunicación y participación


    Estado, Administración y Políticas Públicas

    Debates teóricos sobre Estado y Administración Pública

    Reforma de la Administración Pública

    Elaboración y formulación de políticas públicas

    Control y evaluación de políticas públicas

    Gobierno y política local


    Metodología y Enseñanza en Ciencia Política

    Debates metodológicos

    Estado de la enseñanza: programas, carreras, posgrados



    La ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE CIENCIA POLÍTICA invita a la comunidad de politólogos a enviar propuestas de ponencias o paneles para el V Congreso, que se realizará en la Universi- dad Argentina de la Empresa y la Pontificia Universidad Católica Argentina.

    El envío de propuestas se abrirá el 1° de octubre, 2009.

    La fecha límite para el envío de abstracts será el
    1° de diciembre, 2009.

    Las instrucciones de inscripción y normas para el envío de propuestas están disponibles en:

    www.fafich.ufmg.br/alacip/

    El envío de propuestas se realizará a través del sitio web del Congreso.

    No se admitirán inscripciones por correo (electrónico o postal). Los organizadores enviarán una confirmación de recepción por e-mail.



    Los conceptos de comunidad y nación desde un abordaje hermenéutico - La incógnita del origen. Por Lucía Pinto

    Datos del artículo recibido:

    Apellido y nombre del autor:
    Pinto, Lucía.
    Institución a la que pertence: Facultad de Ciencias Sociales - UBA.
    Carrera: Ciencia Política
    .

    Los conceptos de comunidad y nación desde un abordaje hermenéutico

    La incógnita del origen


    “Las etapas de su historia se caracterizan por las diversas luchas políticas,

    no por la progresión dialéctica inmanente al propio concepto”

    Carl Schmitt, Teología Política[1]


    Acercarnos a los conceptos de comunidad y nación desde una clave hermenéutica conlleva un sentido pleno que es el de dar cuenta del carácter histórico de los conceptos políticos, negando su univocidad, y contribuyendo así a evitar la clausura de sus significados. Se trata entonces de un abordaje que entiende que los conceptos no brotan de un vacío, sino que están impregnados de un contexto histórico y singular que les dio vida, y que es menester entenderlos como expresión de su tiempo, más no como verdades inalterables. Sin embargo, el sentido de la comprensión no acaba en reconstruir el contexto de producción de un concepto, sino que aún más significativo es que el giro de la mirada hacia aquel se derive de una interrogación presente del exegeta, es decir, de una inquietud de su propio tiempo.

    Siguiendo a Hans-George Gadamer, dado que la comprensión de un texto o un hecho histórico la hacemos desde un pre-enjuiciamiento, que es el propio del mundo en que vivimos y de una tradición determinada, se vuelve imposible suturar el significado de los mismos, ya que en otros contextos, otros harán lecturas distintas a las propias. Lo fructuoso del abordaje hermenéutico reside entonces en este diálogo que se establece entre dos mundos, el del autor y el del lector, y que resultará altamente enriquecedor en la medida en que podamos involucrarnos con aquellos valores que, siendo de otros, pueden ayudarnos a elucidar nuestras incógnitas más actuales. Si la reflexión política recurre a la hermenéutica no es sino para dar cuenta que no hay final del juego, sino que los textos y los hechos históricos siempre están abiertos a nuevas interpretaciones: “El dialogo que está en curso se sustrae a cualquier fijación. Mal hermeneuta el que crea que puede o debe quedarse con la ultima palabra”[2]

    He aquí el valor que tiene convocar a autores como Alessandro Campi, Roberto Esposito y Francesco Fistetti para comprender el devenir de los conceptos de comunidad y nación en la modernidad, ya que ellos dan cuenta del carácter contingente de estos, escapando a la idea de suspenderlos en un sentido único y suturado.

    Campi, a partir de Reinhart Koselleck, nos propone un recorrido histórico de larga duración del concepto de nación a través de una lectura minuciosa de un sinnúmero de textos, manifiestos y ensayos de épocas pasadas, entre los cuales originalmente figura la Biblia como punto de partida. En ellos rastrea las distintas definiciones y valores que se le han asignado al concepto en las diferentes épocas históricas, y aún dentro de la misma época. Es destacable que este ejercicio no se reduce a una mera contemplación, sino que se inicia por una fuerte apuesta de Campi a la nación como forma política válida del mundo contemporáneo, como ámbito normativo y espacio simbólico propicio donde estructurar democráticamente las relaciones sociales y políticas.

    La modernidad significa para la nación un quiebre de su significado, ya que a partir de la Revolución Francesa asistimos a la politización definitiva del concepto y a su vinculación cada vez más tenaz con el Estado. Lo primero refiere a que la nación se convierte por entonces en “instrumento de una lucha por la libertad, la independencia y la autodeterminación guiada por elites político-intelectuales, pero en condiciones de involucrar a las masas populares”[3], mientras que lo segundo tiene que ver con la forma del Estado como ámbito político, territorial y soberano, cada vez más necesario y recurrente al momento de pensar la nación. La Revolución industrial, con las transformaciones socio-económicas que implica, traerá también cambios en las formas de agregación política, haciendo de la nación una suerte de consuelo frente al rompimiento de los lazos tradicionales que contenían anteriormente al individuo.[4]

    Campi ubica cuatro enfoques de nación elaborados en este siglo posrevolucionario, en los cuales se reflejan una concepción étnico-lingüística y una concepción político-territorial de nación, siendo difícil encontrar a alguna de ellas en su forma pura en alguno de los enfoques. Es así que la nación romántica, francesa, italiana y marxista pondrán sólo un acento en alguna de estas dos concepciones a lo largo de su desarrollo histórico. Resulta sumamente interesante indagar en ello para luego vincularlo con la cuestión de la propiedad/impropiedad de la comunidad que la lectura filosófica de Esposito nos convida.

    El enfoque romántico de nación, de origen alemán, reconocerá un punto de inflexión con la invasión del ejército napoleónico iniciada en 1792 en Renania. Si antes la individualidad cultural de la nación se ubicaba armónicamente dentro de un marco universal, sin ánimos de superioridad y casi con prescindencia de la forma estatal, vista como síndrome de artificialidad en detrimento de la naturaleza orgánica de la nación, luego de este hecho histórico el nacionalismo, y también el Estado avanzarán enérgicamente en detrimento del universalismo. Una vez más, los conceptos como expresión de luchas políticas.

    Johann Gottlieb Fichte señalará que lo que hace a la nación alemana superior a las demás es la conservación intacta de su lengua originaria, lo que le ha permitido mantener su cultura viva y su pueblo íntegro, libre de influencias externas. Sin embargo, es necesario que este pueblo tome conciencia de su identidad común, de su sentido de pertenencia, para que devenga en una nación, y así entonces asumir la misión universal, asignada en virtud de su particularidad y consistente en emancipar a los pueblos de yugo imperial napoleónico. Tiempo después, en la antesala del Segundo Reich, Hinrich von Treitschke le dará un nuevo giro al sentido de la nación romántica, entendiendo que esa “comunidad de sangre”, homogénea lingüística y culturalmente, necesita objetivarse en un Estado para realizar su plena autonomía moral e histórica.[5]

    Giuseppe Mazzini representa con claridad el enfoque de nación de la unificación alemana, tipificado por Campi como el modelo nación-pueblo. Se trata de una construcción que denuncia la impronta individualista y legalista de la Revolución Francesa, proponiendo un modelo de nación en el cual el pueblo es el sujeto histórico, que mediante la conciencia de su nacionalidad aspira a una humanidad de naciones armonizadas entre sí, evitando así caer en el solipsismo. La nación se confunde con el pueblo y se define como una realidad orgánica por la presencia de factores inmutables y originarios como lo son la lengua y la tradición, pero cuya independencia y derechos no le son dados sino que deben ser realizados en la forma del Estado democrático.

    Respecto al enfoque de nación de la Francia posrevolucionaria, Ernest Renan afirmará que “La existencia de una nación es – si se me perdona la metáfora – un plebiscito de todos los días”[6]. Esta definición adquiere sentido si la comprendemos en la reciente entrega de Alsacia y Lorena, luego de la derrota a manos de Prusia. Estas dos provincias eran de lengua alemana, por lo cual el sentido de nación de Renan va a estar impregnado por un sentido netamente voluntarista-político, despojado de cualquier componente material como pueda ser la raza, la lengua o la religión. La memoria tiene en este enfoque una curiosa dosis de criminalidad, ya que el recuerdo permanente de un origen propio podría alimentar el enfrentamiento entre naciones, por lo tanto es también necesario que junto a la memoria de las tradiciones mas propias, los hombres tengan un olvido selectivo. La nación no se funda entonces, como en el enfoque romántico o italiano, en un origen propio, sino en el azar y en la historia, y se alcanza mediante la libre voluntad de querer vivir juntos, y es según observa Campi, compatible con la forma pluralista estatal.

    El enfoque marxista de nación no es tributario de un interés teórico, como lo son los anteriores, sino de un interés practico-instrumental. La nación no es más que la forma política de un momento histórico signado por el ascenso de la burguesía al control del Estado, por lo cual está destinada a desaparecer en cuanto el orden capitalista sucumba. Sin embargo, si bien en una futura sociedad sin clases las naciones no tengan lugar ni sentido alguno, son necesarias ahora porque, consolidadas en las formas de nación-Estado, permiten a la clase obrera la organización de una lucha organizada.

    Proponemos ahora sumar a la historia conceptual de Campi, la interpretación filosófica de Esposito para edificar la triada comunidad – nación – origen, con el objeto de mancomunar los conceptos de comunidad y nación a partir de la propiedad o impropiedad del origen. Esposito reconstruye la respuesta de Martin Heidegger a la pregunta de Immanuel Kant acerca de la comunidad, afirmando que sólo Heidegger retomó esa pregunta, ya que sólo él dio cuenta de lo que Kant no dijo[7].

    Kant se detuvo ante la puerta de la ley de la comunidad y no quiso ver el abismo. Abismo que hubiera resultado imposible de saltar desde la estructura kantiana, fundada en la existencia de un sujeto-sustancia, condición de posibilidad de la experiencia, y por tanto netamente ahistórico, atemporal. Pues el abismo es el tiempo, es el abismo de la subjetividad. “El tiempo – he aquí lo no dicho de Kant que Heidegger le hace decir – extiende, estira, al sujeto hasta su punto de ruptura; lo abre y expone a su alteridad constitutiva. O mejor: lo constituye en esa alteridad que lo coloca, o lo destierra, fuera de si mismo”[8]

    Esposito nos advierte que debemos cuidarnos de no confundir a la filosofía política, que parte de individuos que preexisten a la formación de la comunidad, con la filosofía de la comunidad, desde la cual Heidegger afirma que “En razón de este ser-en-el-mundo con el mundo es ya siempre aquel que comparto con los otros. El mundo del Dasein es mundo común. El ser-en es ser-con otros. El ser-en-sí intramundano de estos es coexistencia”[9]. Es entonces que no hay posibilidad de pensarse por fuera de los otros, de la existencia con ellos, como supondría la filosofía política.

    Es así que la comunidad en Heidegger es irrealizable, porque ya se da, es lo que somos, no lo que debemos ser, lo cual refleja la identidad entre ética y ontología. Lo que compartimos como hombres no es algo pleno, ni algo a realizar, sino un vacío imposible de suturar, siendo que hemos caído juntos, pero no hay antes de la caída un origen que nos es propio, sino que somos la caída misma, y nos une la imposibilidad de hacer la comunidad que ya somos.[10]

    El problema se presenta para Esposito tiempo después a partir un Heidegger que lo sorprende con la historización destinal de la comunidad. Esto significa un punto de inflexión que Esposito entenderá como un forzamiento de Heidegger, fundado en su nazismo, respecto de su propio pensamiento. La comunidad ya no será lo impropio del origen sino que será reconocida como un destino.

    Esposito nos invita a repensar los enfoques modernos de nación, dando cuenta que no es lo propio lo que fundamenta la existencia de una comunidad, sino lo impropio, la caída juntos, siendo que “no podemos apropiarnos del origen salvo en la forma de su negativo: lo que no es”[11]. Desde aquí podríamos volver a la nación romántica, en la cual una comunidad preexistente y pura sirve de basamento para el surgimiento del Estado, y no se trata sino de restaurar y mantener intacto su carácter original, para dar cuenta que nos estaríamos moviendo en lo pantanoso del origen propio.

    En otro terreno parece posicionarse la nación francesa, de tipo electiva, que desdeña la posibilidad de volver a los orígenes, y en su lugar ubica al sano olvido. Según Renan los recuerdos que remitan a un origen de la raza pura, la lengua pura, deben ser olvidados, pues podrían ser, y aquí bien coincide con Esposito, fatales. La nación no surge del simple arbitrio de la voluntad individual, sino que se apoya en los vínculos del compartir, en la historia en común, y desde aquí surge el deseo de vivir juntos. Valiosa clave nos aporta esta nación para evitar pensar a los individuos por fuera de la comunidad, para dar cuenta de que el mundo es siempre con otros.

    El concepto de comunidad se presentará de modo distinto a partir de la lectura de fuentes sociológicas como la que hace Fistetti, quien da cuenta que la modernidad está signada por el paso de la comunidad a la sociedad, pero no solo por esto, sino también por una necesidad de comunidad que no se deja extirpar, es decir, que vuelve recurrentemente en la modernidad, que no cesa de hacerse presente.

    Émile Durkheim establece que junto con una “solidaridad mecánica” existe una “solidaridad orgánica”, que se caracteriza por la dependencia mutua de los hombres y que es introducida por la división del trabajo, reforzando el vínculo entre las partes y el todo. Por su parte Georg Simmel, afirma que en la modernidad, ante la desvinculación de los individuos de aquellos círculos estamentales, éste tiende a formar comunidades con determinados propósitos que compensan en algún sentido el aislamiento individual.

    Max Weber establece una distinción entre comunidad y asociación siendo que en la primera estamos ante una acción social inspirada en un “sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los participes de constituir un todo.”[12], mientras que en la asociación los individuos se encuentran racionalmente motivados por intereses en común. La comunidad no podrá ser por una raza ni lenguaje común, porque la comunidad requiere acciones recíprocamente referidas, más que disposiciones naturales.

    Las tendencias a la racionalización, democratización y burocratización que tienen lugar en el desencantamiento del mundo propio de la época moderna, tienen su reverso del tapiz signado por la regeneración de instancias de re-encantamiento del mundo, que son tributarias de una necesidad inextirpable de comunidad. Para Weber serán los profetas, para Fistetti, desde su actualidad, el redescubrimiento de la identidad de los pueblos colonizados.

    Fistetti encontrará en estos autores el carácter inerradicable de la comunidad, aun en la modernidad, con lo cual afirmará que no se trata de un impulso reaccionario de retorno al organicismo, sino una forma de lidiar con la inercia individualista, calculadora de la normalidad moderna.

    [1] Schmitt, Carl, Teología Política. Buenos Aires: Stuhart, 1994. Pág. 30 (En referencia al concepto de soberanía)

    [2]Gadamer, Hans-George. Verdad y método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica. Salamanca: Sígueme, 1991. Pág. 226

    [3] Campi, Alessandro. Nación. Buenos Aires: Nueva Visión, 2006. Pág. 131

    [4]En un sentido similar, Fistetti entiende que la comunidad nacional romántica “proporcionaba a los individuos atomizados un resarcimiento psicológico por las frustraciones que les habían producido el desarraigo y la desorientación provocada por la impersonalidad y la abstracción del mundo moderno” (Fistetti, Francesco. Comunidad. Buenos Aires: Nueva Visión, 2004. Pág. 136). Sin embargo, Campi no parece limitar esta funcionalidad a la nación romántica.

    [5] Campi, Alessandro. Nación. Buenos Aires: Nueva Visión, 2006. Pág. 149

    [6]Renan, Ernest. Che cos’e una nazione? Roma: Donzelli, 1998. Pág. 16

    [7] Esposito, Roberto. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pág. 147

    [8]Esposito, Roberto. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pág. 148

    [9] Heidegger Martin. Essere e tempo. Turín, 1969. Pág. 205

    [10] Esposito, Roberto. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pág. 160

    [11] Esposito, Roberto. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. Pág. 162

    [12] Weber, Max. Economía y Sociedad. México: FCE, 1944. Pág. 33

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